La última vez que estuve en este hermoso país fue en el 2011. Cinco años después regreso a esta nación cuna de mis padres y por ende mía también.

No sólo tengo abuelitas, tíos, primas, padrinos, madrinas, amigos, también tengo a mi hermosa y adorada hermana que ya tiene un poco más de un año viviendo en Quito junto a su novio.

Una ciudad que la recibió con los brazos abiertos y con muchas oportunidades, oportunidades que no le brindó nuestra amada Venezuela, país en el que nacimos y que hoy en día enfrenta la peor situación económica, política y social nunca antes vista, pero que será tema de otro post.

Cuando llego a mi lindo Ecuador, siempre paso unos días en Quito y luego parto a la provincia de Loja, donde nació mi mami. En este viaje, no fue la excepción, Loja es destino fijo.

Este viaje, de 15 días, fue súper especial, porque fui con mi esposo Santiago y mi suegra, quienes quedaron enamorados de mi segunda patria.

A Quito lo vi distinto, más moderno, ordenado, limpio y mucho más grande. Vaya! Como ha crecido esta ciudad… Fuimos a muchos sitios, unos a los que nunca había ido. Estuvimos en la Mitad del Mundo, entramos al museo, que por cierto tiene nuevas atracciones. Recorrimos todos sus espacios, tomamos fotos en la sede de la UNASUR…disfrutamos de la música nacional y finalmente comimos unos ricos llapingachos….ahh y lo olvidaba una rica cerveza “Pilsener” , esa misma, muy rica…

Lo que más me impresionó y que no había conocido fueron las iglesias en el Centro Histórico, La Basílica, La Compañía de Jesús, San Francisco de Quito, entre tantas otras, son simplemente majestuosas y llenas de historia, cuando vayan a esta hermosa ciudad no pueden dejar de visitar.

La casa del Mariscal Sucre, es otro sitio emblemático y para mi más cuando te das cuenta que Venezuela y Ecuador tienen tanto en común que hasta compartimos los mismos próceres. Antonio José de Sucre, venezolano que amaba Ecuador, vivió en la Mansión Carcelén con su esposa la quiteña Mariana Carcelén. Un lugar que tampoco pueden dejar de conocer.

También conocimos la historia de La Dolorosa, la manifestación de la virgen ante 37 alumnos del Colegio San Gabriel. Un lugar lleno de espiritualidad que te invita a renovar la fe.

El Panecillo, La Plaza Grande, La Ronda, El Palacio de Carondelet, lugares que no puedes dejar de visitar, cargados de mucha historia.

Un viaje de reencuentro que me hizo sentir más ecuatoriana, un país que siento y disfruto su música, su comida, su gente.

Mi amor por ti me hizo regresar al fin, a mi lindo Ecuador…

Por: Evelyn Torrres

PERIODISTA VENEZOLANA